lunes, 28 de abril de 2008

Cuevas de Pomier




Las Cuevas de Pomier, llamadas también Cuevas de Borbón, son un conjunto de 55 cavidades de aproximadamente 4 kilometros cuadrado, formadas hace millones de años y que fueron utilizadas por los aborígenes de nuestra isla de la cultura igneri y taína, en el paraje de Pomier, San Cristóbal.

El nombre de Pomier proviene a raíz de una visita que hicieron los franceces a la zona, en la que encontraron gran cantidad de la fruta del mamón, y la cuál era muy parecida al manzano, al que ellos llamaban Pomier.

Su primera visita fue hecha por el científico Hood en el 1858. Esta reserva antropológica constituye una formación geológica única en el país y de las cuales existen pocas en el mundo. En su interior se conservan más de 4,000 pictografías y petroglifos y es considerada como uno de los más importantes patrimonios antropológicos de la humanidad. La mayoria de estas cuevas son cavidades verticals de piedras calizas con decenas de metros de profundidad.

Por debajo de estas cuevas pasa el rio Nigua, el cual desemboca en el manantial de La Toma.

Los lugares más visitados incluyen las cuevas No.1, 2, 3, 4, 5 y la Cueva del Puente, debido a que poseen pictografías y petroglifos de gran interés. Las cuevas 1, 2 y 3 se comunican entre sí.

En estas cuevas los murciélagos son los principales habitantes, de las 18 especies con que cuenta el país, 7 especies habitan en estas cuevas.

La cueva No.1 contiene más de 600 pictografías y petroglifos, y poseen algunas salas de interés que son:

  1. Sala de los grandes edentados: recibe este nombre del investigador Dato Pagán, quien en estudios realizados encontró restos fósiles de grandes animales herbívoros que existían en la isla. Los endedados son un grupo de mamíferos entre los que se encuentran los perezosos, los osos hormigueros y mieleros y los armadillos, los cuales poseen grandes garras en los dedos.
  2. Sala de Boinayel: llamada asi porque el dios Boinayel se encuentra representado en el arte rupestre de esta cueva por una cara humana con dos profundos canales lacrimales. Boinayel era el dios de la lluvia, que cuando los taínos necesitaban lluvia entraban a la cueva y le pedían que llorara, cuando el dios lloraba, sus lágrimas se transformaban en lluvias y éstas mojaban toda la isla. Boinayel está representado.
  3. Sala de Cohoba, tambien llamada, Sala del Behique o Buitio: a esta galería se le conoce así por la repetición de pictografías que representan a la máxima autoridad, que era el sacerdote, realizando el rito de la cohoba para comunicarse con los dioses. Este rito es realizado por el buhitio quien utiliza un instrumento hecho con hueso de manatí para introducírselo en la boca y provocarse el vómito, limpiando así su interior. Este pasaba 7 días sin comer alimentos y luego entraba a la cueva para aspirar un polvo alucinógeno que le permitía entrar en trance con sus dioses.
  4. Sala de los grandes bloques: en esta sala se pueden observar grandes bloques, que se desprendieron de su colocación inicial como techo, producto del proceso de formación de la cueva. La cueva No.1 también tiene otras salas como la de Robert Schomburg y la sala de la Penumbra.

En una de las salas aparecen pictografías que asemejan la figura de un hombre montado sobre un animal. Cuenta la leyenda que éste surge en torno a la figura de un pez que fue criado por un indio, al cual llamo Anón, el cual fué domesticado al punto que el indio lo llamaba y éste acudía, el indio se montaba sobre su lomo y paseaba por todo el Mar Caribe.

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